El 12 de Octubre, día grande de las Fiestas del Pilar de Zaragoza, fue la fecha escogida por los ejeanos Tako para grabar su esperadísimo directo, reclamado por sus seguidores desde hace ya varios lustros.
El escenario fue el Pabellón Interpeñas de la capital maña, donde se congregó un multitudinario público para presenciar la primera grabación en directo de la banda de Cinco Villas. Su actuación se vio enmarcada en una noche dedicada al rock aragonés en la citada carpa, donde Tako se vio arropado por un grupo representando a cada provincia aragonesa: Distintas Razones por Huesca, Los Gandules por Zaragoza y Azero como cabeza visible de las bandas turolenses.
A las once y media arrancaba el concierto de los de Ejea. Un bolo especial, por la grabación de su directo, que a juzgar por las pancartas del público había unido a seguidores de buena parte de la geografía estatal. No fueron los únicos que se desplazaron para apoyar al grupo en un día tan señalado: la banda contó sobre el escenario con diversas colaboraciones.
Así, se pudo escuchar un “Sangre y Sal” en voz del reincidente Fernando Madina y a María Villalón cantando Entre Tinieblas.
Subieron también con sus instrumentos Jorge Salán (cuyas seis cuerdas militan actualmente en Mägo de Oz), J.M. Perez al saxo y Lorenzo Cortés en los teclados.
Desde el público, algunas caras conocidas más: los Despistaos, Óscar Sancho (Lujuria) y otros músicos disfrutaban entre los asistentes de la cita. Quienes siguieran las noticias previas a la grabación, echarían en falta alguna colaboración adicional en forma de vocalistas, habiéndose barajado varios nombres de peso en las semanas previas, pero compaginar los compromisos de las bandas se lo puso difícil a los zaragozanos.
El concierto duró alrededor de una hora cincuenta minutos, algo más que un concierto al uso de Tako pero quizás menos de lo esperado de cara a la grabación de un disco doble. Un total de 24 canciones sonaron en la noche, repasando la dilatada trayectoria de la banda. Cuando se cuenta cerca de un cuarto de siglo de vida musical, y trece discos, la selección de temas es una tarea ardua, pero los que sonaron fueron buena muestra de su evolución.
No se anclaron en el pasado, en los claros temas imprescindibles, pero tampoco se dejaron llevar por la actualidad de sus últimos trabajos, logrando así un repertorio equilibrado.
El grupo se mostró lleno de energía, seguro sobre las tablas, no pareciendo demasiado intimidados por la presión de la grabación del concierto, y el continuo trasiego de cámaras y de la cabeza caliente a su alrededor, fiel a sus movimientos.
No dudaron en escuchar al público, en mostrarse cercanos y de improvisar, llegando su teclista, Nacho, a subirse a las vallas a petición del público para dejarse llevar por la marea de manos. Sólo resta esperar hasta Diciembre, mes en el que, si todo funciona como debe, podremos tener el testimonio de esta noche especial en forma de CD y DVD.
El escenario fue el Pabellón Interpeñas de la capital maña, donde se congregó un multitudinario público para presenciar la primera grabación en directo de la banda de Cinco Villas. Su actuación se vio enmarcada en una noche dedicada al rock aragonés en la citada carpa, donde Tako se vio arropado por un grupo representando a cada provincia aragonesa: Distintas Razones por Huesca, Los Gandules por Zaragoza y Azero como cabeza visible de las bandas turolenses.
A las once y media arrancaba el concierto de los de Ejea. Un bolo especial, por la grabación de su directo, que a juzgar por las pancartas del público había unido a seguidores de buena parte de la geografía estatal. No fueron los únicos que se desplazaron para apoyar al grupo en un día tan señalado: la banda contó sobre el escenario con diversas colaboraciones.
Así, se pudo escuchar un “Sangre y Sal” en voz del reincidente Fernando Madina y a María Villalón cantando Entre Tinieblas.
Subieron también con sus instrumentos Jorge Salán (cuyas seis cuerdas militan actualmente en Mägo de Oz), J.M. Perez al saxo y Lorenzo Cortés en los teclados.
Desde el público, algunas caras conocidas más: los Despistaos, Óscar Sancho (Lujuria) y otros músicos disfrutaban entre los asistentes de la cita. Quienes siguieran las noticias previas a la grabación, echarían en falta alguna colaboración adicional en forma de vocalistas, habiéndose barajado varios nombres de peso en las semanas previas, pero compaginar los compromisos de las bandas se lo puso difícil a los zaragozanos.
El concierto duró alrededor de una hora cincuenta minutos, algo más que un concierto al uso de Tako pero quizás menos de lo esperado de cara a la grabación de un disco doble. Un total de 24 canciones sonaron en la noche, repasando la dilatada trayectoria de la banda. Cuando se cuenta cerca de un cuarto de siglo de vida musical, y trece discos, la selección de temas es una tarea ardua, pero los que sonaron fueron buena muestra de su evolución.
No se anclaron en el pasado, en los claros temas imprescindibles, pero tampoco se dejaron llevar por la actualidad de sus últimos trabajos, logrando así un repertorio equilibrado.
El grupo se mostró lleno de energía, seguro sobre las tablas, no pareciendo demasiado intimidados por la presión de la grabación del concierto, y el continuo trasiego de cámaras y de la cabeza caliente a su alrededor, fiel a sus movimientos.
No dudaron en escuchar al público, en mostrarse cercanos y de improvisar, llegando su teclista, Nacho, a subirse a las vallas a petición del público para dejarse llevar por la marea de manos. Sólo resta esperar hasta Diciembre, mes en el que, si todo funciona como debe, podremos tener el testimonio de esta noche especial en forma de CD y DVD.
Fuente: Rockthunder
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