Cientos de personas se concentraron en la iglesia de la Virgen de la Oliva para celebrar el Domingo de Ramos. Los más pequeños portaban los tradicionales ramos repletos de golosinas que fueron bendecidos por el párroco.
Tras la misa, los asistentes pudieron participar en la procesión que tras dar la vuelta por el recorrido habitual volvía a la Virgen de la Oliva en donde se celebraba continuaba la liturgia.
Fuente: http://www.hoyenaragon.es/
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